lunes, 10 de mayo de 2010

Una paraita...

...Para seguir Caminando
"Días antes de irme ya vivía trastornado por el imán del viaje, atraido por su influjo magnético hacia la fecha y la hora de la partida, que se acercaban con tanta lentitud. Aún no había empezado a irme y ya estába yéndome (...) Nunca he vivido tan obsesionado por viajes imposibles como entonces, tan eneajenado de mí mismo, de todo lo tangible, lo real, lo que tenía cerca. (...) A veces me asaltaba de golpe el remordimiento por no haber sabido o podido atreverme a otra clase de vida (...) había dos mundos, uno visible y real y otro invisible y mío, y yo me adaptaba mansamente a las normas del primero para que me dejaran refugiarme sin demasiada molestia en el segundo.
Ahora, al cabo de los años, entiendo que mi apariencia dócil no era sólo una máscara, la identidad falsa de un espía, sino también una parte sustancial y verdadera de mí mismo, la parte amedrentada y obediente que siempre ha existido en mi carácter, la satisfacción de tener ante los demás una presencia respetable (...) Durante años me gustó recordar, fabulándolas, las rebeldías turbulentas de mi adolescencia, pero ahora no creo que formasen más parte de mi carácter que el afán de conformidad que me guió tan poderosamente hasta el final de la infancia, y que volvió sin duda a actuar sobre mi en la vida adulta cuando acepté casarme y no me negué a cumplir un cierto número de obligaciones o humillaciones laterales que en el fondo me provocaban una sorda hostilidad (...) Sabía que estaba equivocádome, pero no me costaba nada dejarme llevar, y había momentos en los que me engañaba con cierto éxito a mí mismo (...)
De niño obedecía con placer a mis padres y a mis profesores, y obtener notas excelentes, y ser considerado un alumno ejemplar me llenaba de orgullo (...) viéndome a mi mismo tan rebelde, lo cierto es que he tenido a lo largo de mi vida muy pocos arrebatos de verdadera rebeldía, de ruptura y coraje, y muchos de ellos han sido tan torpes, tan insensatos en su temeridad, que sólo me ha dejado un recuerdo de vejación y fracaso (...) Siempre queriendo irme, culo de mal asiento que no acaba nunca de encontrarse a gusto, y de pronto me encontraba instalado, paralizado, sedentario , a los veintisiete años, pagando letras de un piso, de casa a la oficina, de la oficina a casa, imaginando viajes, soñando despierto sin ver apenas la realidad, escapándome a los libros (...)
La amistad era también repetición y hábito (...) Estábamos quemados, agobiados por las consecuencias de una idéntica docilidad y poltronería, los dos deseando cosas que estaban más allá de nuestro alcance, vidas que no iban a llegar o que habíamos dejado que se nos fueran de las manos, que se malograran por culpa de nuestra timidez o nuestra cobardía, de nuestra falta de empuje. (...) Cada uno veía en el otro el espejo de su propia insuficiencia. Nos unía lo que no éramos más que lo que éramos, lo que ninguno de los dos nos atrevíamos a hacer. Cumplíamos con idéntica corrección nuestras obligaciones exteriores, nuestros deberes como empleados, maridos y padres (...)
A la salida del callejón nos encontrábamos algunas mañanas a nuestro compañero Gregorio Puga (...) a quien hace ya varios años que no he visto (...) Sólo una cosa recordaba, y no se me ha olvidado porque después de aquel día Gregorio me lo repitió muchas veces, sujetándome del brazo para acercarse más a mí mientras me miraba con sus ojos enrojecidos y me decía:
-No te conformes, que no te pase como a mí, vete de aquí cuanto antes, no vayas a acabar como yo, no te conformes, no te dejes comprar
-No pienso estar aquí mucho tiempo. Me iré en cuando me salga algo mejor.
-Ésa es la trampa, esperar a que salga alguna cosa mejor, eso fue lo que me pasó a mí. -No se puede esperar, hay que irse, aunque no se tenga nada más, hay que estar dispuesto a todo, a pasar necesidad si hace falta, porque si aceptas un poco lo aceptarás todo, tragarás con todo. No tienes mujer, no tienes hijos, no tienes deudas ni hipotecas, así que ahora o nunca.
(...) Y yo seguía esperando a que me saliera algo mejor, y yendo cada mañana a las ocho en punto al trabajo, pero ahora ya tenía obligaciones, ahora estaba casado y tenía un hijo y pagaba cada mes la letra del coche y del piso, y aunque mi mujer ganaba en su trabajo un sueldo mejor que el mío no siempre llegábamos con desahogo a fin de mes (...) Me cruzaba por el pasillo con mi amigo Gregorio, cada uno con una carpeta de expediente bajo el brazo (...)
-Pero qué haces que no te has ido ya de aquí, cuántos años vas a seguir aguantando.
Ya estaba yéndome varios días antes de que saliera el tren, el expreso nocturno con sus vagones azules de coche-cama que tenía algo de Orient Express cuando yo llegaba con mi maleta al andén un poco antes con el alivio infinito de estar solo, de haberme desprendido, provisionalmente del sucesivo agobio de la oficina y de mi casa, de los horarios (...) Cuando me decidía a aceptar un viaje, porque me apetecía mucho o porque sabía que negarme a él me perjudicaría en la oficina, no me atrevía a decírselo a mi mujer, e iba dejándolo siempre para el día siguiente el mal trago de darle la noticia (...) Sin necesidad de ser infiel mi estado natural era la culpa, y el secreto inocuo de un viaje de trabajo pesaba sobre mí como el desasosiego de un adulterio...(...)Yo estaba yéndome antes de irme, pero hasta el último minuto no era seguro que me fuera a marchar..."
Pasajes del capítulo Olympia, correspondiente a SEFARAD, una novela de Antonio Muñoz Molinacon algunas  pinceladas autobiográficas.
*Entradas relacionadas y
*Vídeos Musicales recomendados:
*...these Badlands
*I want to run...I want to tears down the wall that hold me inside
* And I did it My Way
*PD: Este blog, que este mes cumple un año, estará varias semanas inactivo y sin actualizar. Es sólo una pausa, "una paraita...para luego seguir caminando" en esta vida errante. El autor hace un receso para hacer una peregrinación por una de las rutas de El Camino de Santiago, concretamente El Camino del Norte, un viaje que tenía en mente hacer y, aprovechando una "paraita" en su recorrido laboral, ha encontrado el momento oportuno para hacerlo. Gracias a tod@s por vuestras visitas y vuestros comentarios.

martes, 4 de mayo de 2010

I Still Haven`t Found What I´m Looking For

I have climbed the highest mountains,
I have run through the fields,
Only to be with you 
Only to be with you. 
I have run, I have crawled, 
I have scaled these city walls, these city walls 
Only to be with you 
But I still haven'n found 
What I looking for, 
But I still haven't found 
what I'm looking for. 

I have kissed honey lips, 
Felt the healing in her fingertips, 
It burned like fire 
This burnning desire. 
I have spoke with the tongue of angels, 
I have held the hand of a devil, 
I was warm in the night, 
I was cold as a stone. 
But I still haven's found   
What I'm looking for, 
But I still haven's found   
What I'm looking for. 

I believe en the Kingdom Come, 
Then all the colours will bleed into one. 
But yes, I'm still running, 
You broke the bonds, 
You loosed the chains, 
You carried the cross, 
And my shame, 
And my shame. 
Yo know, I believe it   
But I still haven't found What I'm looking for, 
But I still haven't found What I'm looking for.
He escalado las más altas montañas / He corrido a través de los campos / Sólo para estar contigo / Sólo para estar contigo / He corrido, me he arrastrado / He trepado las paredes de esta ciudad / Sólo para estar contigo / Pero aún no he encontrado lo que estoy buscando Pero todavía no he encontrado lo que estoy buscando
He besado labios de miel / He sentido alivio en la yema de sus dedos /  Ardía como el fuego / Este deseo ardiente / He hablado con la lengua de los ángeles / Tomé la mano del diablo / Era cálida en la noche / Yo estaba frío como una roca / Pero aún no he encontrado lo que estoy buscando / Pero todavía no he encontrado lo que estoy buscando
Creo en el Reino que vendrá / Cuando todos los colores se fundan en uno / Pero sí, yo todavía estoy corriendo / Tú rompistes los lazos / Tú soltastes las cadenas / Tú llemaste la cruz / Y mi vergüenza / Y mi vergüenza / Tú sabes que yo creo en eso / Pero aún no he encontrado lo que estoy buscando / Pero todavía no he encontrado lo que estoy buscando
Otro gran tema de una de las obras maestras de U2, el álbum The Joshua Tree (1987), un disco atemporal para le década, que quizá por eso fuera uno de los motivos por lo que tuvo tanto éxito. Mirando restropectívamente Bono dice: 
"Sí veo la música que hacíamos en lo 80, me doy cuenta de que está al margen de lo que se hacía entonces. Era un disco con un sonido muy inusual"
En los mismos términos opina The Egde sobre The Joshua Tree:
"Suena diferente a todo lo que había en la época. Es como si no sugiera de una mentalidad de los 80. Parece surgir de un lugar completamente diferente. Nosotros no teníamos la sensación de lo que estaba pasando en el mundo de la música entonces. Nos sentíamos muy distintos. He estado mirando algunos vídeos y los nuestros son tan diferentes, como si viniesen de otro lugar."
I Still Haven't Found What I'm looking for se convirtió casi en un himno popular en sus triunfales días de América. La canción define la huida hacia adelante y la vida errante en una búsqueda continua que no acaba nunca
"Es una especie de godspel, pero donde el espíritu no encuentra jamás descanso...Todavía no he encontrado lo que estoy buscando, no lo encontraré nunca, y está bien que así sea" (Bono dixit).
Este >>Aún no he Encontrado lo que Estoy buscando es y trata básicamente de un anhelo espiritual. Una versión  es interpretada como una oración o canto religioso por parte de un coro de música golspel llamado The New Voices of Freedom de una iglesia de Harlem en New York, y otra versión grabada en directo en el Madison Square Garden .
*Vídeo-clip (Las Vegas)                                    *Vídeo (Live Vértigo Tour)


*Quizá tambien te interese:

 * Si quieres Derribar Muros
 * Or if you were Born To Run