domingo, 25 de diciembre de 2022

EL PODER DEL MIEDO, MENTIRAS Y TERRORISMO MEDIÁTICO

(*) Durante más de dos años hemos sido testigos del mayor y más exitoso experimento de control del comportamiento de la población de la Historia.

Esta masiva manipulación psicológica, que el paso del tiempo nos permite analizar con mayor sosiego, no podría haber tenido tanto éxito de no haber encontrado el campo abonado en una sociedad previamente debilitada por la Cultura del Miedo.
La Cultura del Miedo nos infunde un miedo constante a todo mientras pretende que no confiemos en nosotros mismos sino en el Poder, carcelero benevolente a quien debemos entregar nuestra libertad para que nos proteja de todo mal en el único lugar verdaderamente seguro: entre rejas.
Así, sólo podremos estar a salvo de todo peligro si cumplimos a rajatabla las normas que nos imponga el Poder en cada momento.
El ejemplo más patente de la Cultura del Miedo ha sido el experimento totalitario puesto en marcha durante el CO-VID esa “gran oportunidad”, en palabras de los iluminados del FORO ECONÓMICO MUNDIAL.
  • EL MIEDO:
El primer ingrediente de este experimento fue el pánico creado por la campaña de TERROR MEDIÁTICO, diseñada para lograr que la población aceptara unos atropellos alucinantes y se inyectara alegremente unas mal llamadas “v4cun4s” y terapias genéticas experimentales.
Esta histeria colectiva, creada adrede, permitió escenarios dictatoriales, como abusos policiales, toques de queda y confinamientos, mientras aparecía la penosa figura del colaboracionista que denunciaba a sus vecinos, típica de regímenes totalitarios.
Los yonquis del poder conocen un atajo para lograr que el hombre deje de pensar, se deje dominar por las pasiones y acepte la servidumbre. Se trata del miedo.
El miedo puede ser una táctica de control para dirigir nuestras pasiones (generalmente la ira) hacia terceros: se crea un miedo, real o ficticio; se señala un culpable, real o inventado; y “los salvadores” se postulan para protegernos y devolvernos nuestra seguridad a cambio de entregarles nuestra libertad. Miedo y libertad, por tanto, acaban siendo incompatibles.
Pero el miedo también puede ser utilizado para doblegar voluntades de forma más directa. No olviden que el poder se define como la capacidad de modificar la situación de otra persona mediante la administración de premios y castigos, esto es, de someter la voluntad de los demás.
Un modo de lograrlo es intimidar mediante la presión de grupo. ¿Cómo funciona? Por un lado, confunde adrede la verdad con la opinión de la mayoría, confusión facilitada por la ficción democrática. Como animal gregario y social que es, el hombre cree que si toda la manada se dirige hacia un lugar allí debe haber comida y agua (aunque sea un despeñadero). No es estrictamente necesario que la mayoría real piense de un modo; basta con que el individuo así lo crea, y esto lo logran los yonquis del poder a través del martilleo mediático.
  • LA MENTIRA:
El segundo ingrediente fue la mentira, pues la clave de la campaña de terror fue la ocultación de un dato esencial: desde mediados del 2020 se sabía que el co-vid sólo era una enfermedad potencialmente grave para la población de riesgo, una minoría definida por edad y cuatro comorbilidades: obesidad, diabetes, hipertensión y cardiopatías.
Para el resto, era una enfermedad estadísticamente leve, como señalaron numerosos estudios epidemiológicos internacionales [1], España incluida[2]. Estudios más recientes[3] han cuantificado la letalidad (IFR) en el 0,03% para menores de 60, siendo asintótica con el cero para personas sanas menores de 30.
La CAMPAÑA DE TERROR no fue espontánea sino deliberada, incluso planificada desde el poder: documentos del gobierno británico revelan que, preocupado porque “un número sustancial de personas no tenía una suficiente sensación de peligro”, propuso que “su nivel de percepción de peligro fuera aumentado con mensajes emocionales impactantes a través de los medios”[4].
Así, durante dos largos años, los obedientes MEDIOS MANIPULACIÓN Y PROPAGANDA MASIVAS publicaron diariamente, en un bombardeo de terror sistemático parecido al utilizado para la tortura psicológica de prisioneros, los relatos y las imágenes más aterradoras posibles, personas intubadas y cuerpos tapados con una sábana.
Con el objeto de que nadie se sintiera a salvo, las historias de terror alternaron metódicamente casos de distintas edades y enfatizaron el contagio de asintomáticos, muy inhabitual (como se sabía desde el 2020[5]) y el contagio por superficies, enormemente improbable (como se sabía desde el 2020[6]).
LOS MEDIOS de (in)comunicación, intoxicación y propaganda nos hicieron creer que estábamos ante un asesino invisible con súper poderes. No era verdad, y cuando los yonquis del poder les ordenaron parar, lo hicieron, y de la noche a la mañana no volvieron a hablar del co-vid.
  • MEDIDAS DESPÓTICAS Y ARBITRIARIAS:
Las medidas LIBERTICIDAS e IRRACIONALES se sucedieron una tras otra. Los ILEGALES CONFINAMIENTOS (¡de personas sanas!), criticados por los mejores epidemiólogos del mundo[7], fueron un completo desastre que arruinaron mental[8] y económicamente a decenas de miles de personas sin beneficio alguno, llegando a la barbarie de condenar a nuestros mayores a morir solos.
Tras decir que las MASCARILLAS eran inútiles, nos las impusieron sádicamente hasta en el campo y en la playa, o aún estando sólos algo tan ridículo que da vergüenza recordarlo. La evidencia científica sobre su utilidad epidemiológica frente a un virus brillaba por su ausencia y, consecuentemente, no impidieron que se sucedieran ola tras ola de contagios[9], pero daba igual. Lo que sí lograron los malditos tapabocas fue trasladar una permanente sensación de peligro que convertía al otro en una amenaza y hacer enfermar al impedirle respirar quien la llevaba.
Lo que sí logró la maldita mascarilla fue crear una permanente sensación de peligro que convertía al otro en una potencial amenaza para la salud, contribuyendo a la hipocondría, a la discordia y al aislamiento. El disparate llegó a obligar a familias que vivían juntas y viajaban en un mismo coche a sentarse separadas en un restaurante, ¿lo recuerdan?
El uso de bozales de tela, compradas en tiendas de ropa por su estampado y no por su capacidad de filtro, indicaba que estábamos ante una completa farsa, pero la sugestión colectiva era tan fuerte que la gente sencillamente no pensaba.
  • EL INFAME PASAPORTE C0-VID:
Quizá el mayor abuso del derecho y de la razón fue la IMPOSICIÓN DEL PASAPORTE C0-VID pues inyectables terapias genéticas nunca previnieron el contagio ni la transmisión de la enfermedad, como hace pocas semanas reconoció el propio P-F-I-Z-E-R ante el Parlamento Europeo.
Así, el argumento de la “inmunidad de rebaño” (¿recuerdan?) fue otra mentira deliberada para lograr el pinchazo universal, pues las inyecciones nunca fueron esterilizantes y, por lo tanto, jamás pudieron haber frenado la transmisión.
Sin embargo, a sabiendas de la falsedad del argumento y con el único fin de promover torticeramente la inoculación, el contubernio politico-mediático-farmacéutico, apuntalado en España por una bochornosa sentencia del Tribunal Supremo[10], logró imponer el pasaporte CO-VID en algunas regiones haciendo creer que los inyectados estaban protegidos y desatando una caza de brujas contra los no inyectados, acusándoles falsamente de propiciar la continuación de la epidemia.
Como nos recuerda Hannah Arendt en Los Orígenes del Totalitarismo, “han existido hombres capaces de resistir a los más poderosos monarcas y de negarse a someterse ante ellos, pero ha habido pocos que resistieran a la multitud, que, encontrándose sólos ante las masas manipuladas, se atrevieran a decir no cuando se le exigía un sí”. Esto fue exactamente lo que hicieron quienes decidieron no inocularse.
En realidad, el pasaporte co-vid jamás tuvo nada que ver con la Medicina sino con la creación de un precedente de identidad digital, idea distópica que desde hace años acaricia el FORO ECONÓMICO MUNDIAL [11] con el objetivo de crear un instrumento de crédito social para el control de la población. Así, a los ciudadanos que no obedezcan se les dificultará llevar una vida normal (cajeros, supermercados, restaurantes, viajes, etc.).
Éste es el motivo por el que la UE, laboratorio por excelencia del GLOBALISMO, ha extendido el pasaporte co-vid un año más a sabiendas de su inutilidad epidemiológica.
  • INYECCIONES INNECESARIAS E INEFICACES:
Las “INYECCIONES” C0-VID, que han sido el producto más lucrativo de la historia de la industria farmacéutica, fueron aprobadas con demasiada celeridad por unos reguladores sujetos al conflicto de interés de las puertas giratorias y que apenas supervisaron los ensayos clínicos, según ha denunciado el British Medical Journal[12].
Avariciosas empresas farmacéuticas, reguladores que miran hacia otro lado, globalistas megalómanos y políticos ignorantes y sin escrúpulos. ¿Qué podía salir mal?
Para poder aprobar esas “inyecciones” primero tuvieron que demonizar o prohibir tratamientos tempranos baratos y prometedores porque, de haber existido un tratamiento eficaz, no habrían podido aprobarse por vía de emergencia.
El carácter universal del programa de INOCULACIÓN nunca estuvo justificado, pues en adultos sanos, jóvenes o niños (para quienes la enfermedad cursaba leve) no se cumplía el requisito de necesidad.
Tampoco fueron nunca necesarias para quienes ya habían pasado la enfermedad, pues prácticamente siempre (y el co-vid no era una excepción[13]) pasar una enfermedad infecciosa genera una respuesta Inmunológica Natural más potente y duradera que inyectarse contra ella[14].
Sin embargo, el contubernio buscaba una inoculación "universal", y para ello desató una campaña que, por primera vez en la historia, negó la INMUNIZACIÓN NATURAL. Este ninguneo de nuestro maravilloso sistema inmunitario encajaba en la Cultura del Miedo, que busca que sólo confiemos en el Poder, y no en nosotros mismos.
Por otro lado, pronto quedó evidente que las “inyecciones” tampoco cumplían el requisito de eficacia: los inoculados continuaron contagiándose a mansalva y, con el rapidísimo decaimiento de la protección otorgada, siguieron muriendo por co-vid, hasta el extremo de que cuando el 80% de los muertos por co-vid en España eran personas perfectamente inoculadas (marzo del 2022) el gobierno dejó de publicar los datos[15].
  • EL ELEFANTE EN LA HABITACIÓN: LOS EFECTOS ADVERSOS
A pesar de ello, continuaron las dosis “de refuerzo” de unas inyecciones que no sólo no funcionaban (¡cuatro inyecciones en 18 meses!), sino que causaban un nivel de efectos adversos sin precedentes[16], concentrados, según parece, en un intervalo de pocos meses tras la inyección.
Así, el significativo exceso de mortalidad cardiovascular (inexplicada, según los medios) “está probablemente causado por las inyecciones ARNm”, en palabras de uno de los más prestigiosos cardiólogos británicos, otrora defensor de las mismas 17]. La evidencia estadística apoya esa conclusión.
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De hecho, ya en junio de 2021 un estudio advertía que las inyecciones podían causar dos muertes y cuatro efectos adversos graves por cada tres muertes que evitaban[18].
LA ACTUAL EPIDEMIA DE MUERTES SÚBITAS [19], incluyendo jóvenes de 22 años muertos una semana después de pincharse y con autopsia e informe forense declarando que la causa fue la inyección [20], y los graves problemas isquémicos y cardiovasculares en niños, jóvenes (incluyendo deportistas de élite), adultos y ancianos perfectamente sanos (miocarditis y pericarditis[21], ictus[22], arritmias[23], trombosis y trombocitopenia, embolia pulmonar[24], etc.) no son los únicos efectos adversos conocidos. Están documentados graves efectos oculares[25], herpes zóster[26], parálisis facial de Bell[27], neuropatías[28], desórdenes menstruales[29], reducción de fertilidad[30] y existen sospechas sobre potenciales efectos aceleradores en cánceres[31] [32]. Ante esta avalancha de evidencias , ¿Dónde están los médicos?
Algunos continúan achacando el exceso de mortalidad cardiovascular al co-vid (Y otros al timo cli-m4-ti-co) . Sin embargo, un reciente estudio israelí sobre 200.000 convalecientes de la enfermedad no observó en ellos ningún aumento de incidencia de miocarditis o pericarditis[33].
Si fuera el co-vid, ¿por qué no se produjo este exceso de mortalidad cardiovascular en el 2020, cuando el virus era mucho más agresivo? ¿Por qué ha tenido una correlación temporal con las campañas de inoculación y re-inoculación?
Ciertas autoridades van reculando. Dinamarca ya no ofrece las inyecciones a menores de 50, salvo receta médica por comorbilidades[34] (como debería haberse hecho desde un principio). El Estado de Florida (población: 21 millones) no las recomienda a menores de 40, pues según sus autoridades sanitarias los riesgos de las inyecciones superan los beneficios para ese rango de edad[35] (lo cual es cierto). Y Suecia[36] tampoco recomienda ni ofrece ya pinchar a menores de 18. ¿Lo ha leído en algún medio o lo han dado por televisión?
Durante dos años, quienes denunciaban esta locura basándose exclusivamente en DATOS eran tildados paradójicamente de “NEGACIONISTAS” y se censuraban sus escritos, como me pasó a mí en el diario Expansión, sedicente liberal, cuando denuncié la irracionalidad e inmoralidad de inocular a los niños contra el co-vid. En este caso la censura fracasó, pues el artículo fue leído por más de 350.000 personas en este blog.
Y durante dos años, las autoridades sanitarias y los colegios médicos intimidaron a los valientes facultativos que osaban alzar su voz en defensa de la evidencia científica [37]. Ahora está cambiando la marea, y médicos de todo el mundo están denunciando lo que ha constituido el mayor escándalo de salud pública de la historia.
  • NUNCA MÁS:
Este fue el infierno que nos hicieron pasar con el co-vid. ¿Cómo podemos sacudirnos el hechizo y evitar que se repita? El primer paso es mantener desconfianza axiomática en el poder y limitar el consumo de medios de (in)comunicación de masas (sobre todo las grandes plataformas televisivas ), a los que debemos ver como son en realidad: Principal correa de transmisión de la Cultura del Miedo, no son una fuente fiable de información, pues a la ignorancia ideologizada del gremio se une la contaminación de la mentira, del sensacionalismo y de los intereses creados.
Así, aunque aparenten mantener posturas diferentes en lo banal (los rifirrafes de la política nacional), apoyan obediente y unánimemente las consignas verdaderamente relevantes para la cultura de hoy (co-vid, feminismo, ideología de género, LGTBI, timo cli-má-ti-co, etc.).
Si queremos informarnos en profundidad sobre un tema, busquemos fuentes primarias , apliquemos la lógica, la racionalidad y el sentido común y preguntémonos quién tiene interés en que creamos algo y se beneficia de ello. Como decía Santayana, el escepticismo es la castidad del intelecto.
Idéntica recomendación de dieta aplica a las grandes plataformas de redes sociales, eficaces herramientas de control diseñadas para crear adicción y hasta ahora enemigas de la libertad de opinión, aunque Elon Musk en Twitter quizá cambie el statu quo.
También debemos desarrollar técnicas heurísticas para distinguir la verdad de la mentira, no dejándonos manipular por falacias[38] y dando por sentado que, SI ALGO ES CENSURADO, por defecto debe tratarse de UNA VERDAD que se quiere ocultar.
Finalmente, cuando nos abrumen las incertidumbres del futuro, las profecías apocalípticas o las tragedias con que nos asusta la Cultura del Miedo, volvamos la atención al presente y refugiémonos en la fortaleza inexpugnable de nuestro círculo de amor, del pequeño mundo real que nos rodea, de nuestra sencilla vida cotidiana, levantando el puente levadizo que nos separa de los terrores reales e imaginarios, lejanos en el tiempo y en el espacio, que la Cultura del Miedo agita para asustarnos.
Como aconsejaba Sir William Osler en su conocido discurso de Yale en 1913, “cultivemos el hábito de vivir cada día en compartimentos estancos, pues soportar hoy la carga de mañana, sumada a la de ayer, hace flaquear al más fuerte[39]”.
Querido lector: el buen combate contra la Cultura del Miedo es duro, pero la victoria ofrece como recompensa la alegría de vivir, la paz interior y la libertad. No se rinda. Fe ciega en el triunfo.
  • NUEVA FASE: TERROR Y MENTIRAS CLI-M4-TI-CAS
El experimento totalitario del covid tiene muchos paralelismos con la MANIPULACIÓN CLI-M4-TI-C4. Es incluso probable que sus autores intelectuales sean los mismos (malos, pero poco creativos), pues no por casualidad el término denigratorio “negacionista”, elegido para etiquetar a quien no aceptaba comulgar con las ruedas de molino del covid, es el mismo término que se utiliza para criticar a quienes ponen en duda la teoría del calentamiento global antrópico.
¿Qué similitudes encontramos en ambas histerias colectivas? Al igual que con el covid, el fanatismo clim4tico ha construido un HIMALAYA DE FALSEDADES con fines propagandísticos partiendo de algunas premisas reales, como el aumento de CO2 en la atmósfera y el ligero calentamiento global de 0,14°C por década desde 1979[11]. LOS DATOS, sin embargo, desmontan sus eslóganes preferidos , de modo que la letanía catastrofista se ha convertido en una cansina reiteración de necedades: la población de osos polares está aumentando[12], el coral en la Gran Barrera australiana está en máximos de los últimos 35 años[13] y la superficie de bosques del planeta crece[14].
Cuando las generaciones venideras estudien las histerias colectivas del s. XXI se preguntarán cómo las sedicentes “élites” occidentales decidieron empobrecer a su población en nombre de una excéntrica teoría sustituyendo fuentes de energía baratas, eficientes y fiables por otras que son caras, ineficientes e intermitentes (alias “renovables”), que sólo funcionan en determinadas latitudes, cuando luce el sol o cuando sopla el viento. Alucinante.
  • EL CONTROL A TRAVÉS DEL MIEDO:
EL CONTUBERNIO POLÍTICO-MEDIÁTICO primero nos dice de qué debemos asustarnos. Luego busca un culpable: los no v4cun4dos, los “irresponsables” jóvenes o los combustibles fósiles. Seguidamente, nos intimida mediante la presión de grupo y figuras de autoridad (los famosos “expertos” como Belén Esteban o los famosos que salen en la tele).
Se niega el debate, se censura cualquier información que no coincida con la mentira oficial y quienes osan mostrarse escépticos son tachados de “NEGACIONISTAS”. Evidentemente, esto no es ciencia sino la antítesis de la ciencia, un dogma de obligada creencia que no está permitido discutir ni puede ser sometido al escrutinio de los datos.
  • UNA REALIDAD ORWELLANA:
Esta foto del último Congreso del Partido Comunista Chino muestra la naturaleza política de ese símbolo de sumisión que es la mascarilla: Los que mandan pueden estar sin ellas; los mandados, no.
En su novela 1984, George Orwell describe una DISTOPÍA TOTALITARIA en la que un Estado todopoderoso y opresivo tiraniza a la población mediante una vigilancia masiva y una represión implacable.
Parte importante del sistema es el control del pensamiento mediante la perversión del lenguaje, de modo que el significado real de las palabras sea el opuesto al que le corresponde. Así, el Ministerio del Amor se ocupa de administrar los castigos y la tortura , el Ministerio de la Paz se encarga de lograr un estado de guerra perpetua (¿epidemia perpetua?), el Ministerio de la Abundancia está encargado de conseguir que la gente viva siempre al borde de la subsistencia mediante un duro racionamiento (¿de la electricidad?) y el Ministerio de la Verdad se dedica a engañar constantemente y borrar la historia (¿a través de los medios?).
Estamos viviendo el comienzo de esta pesadilla distópica: A la superstición la llaman ciencia; a la censura, libertad; a la envidia y la codicia de los bienes ajenos, solidaridad; a la histeria, sensatez; a un totalitarismo creciente, democracia; a los que ofrecen datos, “negacionistas”, y a los que los niegan, “científicos”; a los que aplican razonamientos lógicos, “paranoicos de la conspiración”, pero los que repiten la consigna como papagayos, ciudadanos ejemplares.
Tanto la Cultura del Miedo como el declive de la razón, que difumina los contornos que separan la verdad de la mentira, son incompatibles con la libertad. Como nos advierte Hannah Arendt, filósofa judía alemana superviviente del nazismo, “el objeto ideal de la dominación totalitaria no eran el nazi o el comunista convencidos, sino las personas para quienes ya no existía la distinción entre el hecho y la ficción, entre lo verdadero y lo falso”.
Querido lector: yo quiero interpelarle directamente. Cuando llegue el nuevo totalitarismo encontrará dos grupos de personas. El primero, mayoritario, estará compuesto por personas aborregadas, supersticiosas, esclavizadas por el miedo y las adicciones y corrompidas por las promesas de los demagogos. Éstas recibirán a los nuevos tiranos entre vítores, pues los considerarán sus salvadores. El segundo grupo, minoritario, estará formado por los centinelas de la verdad y de la libertad, personas sobrias, libres, valientes y pensantes que le plantarán cara. Constituirán la última línea de defensa, y yo le pregunto: ¿a qué grupo se unirá usted?
(*) Fernando del Pino Calvo-Sotelo
5 de Diciembre de 2022
+>Reseña de su libro YO, NEGACIONISTA, en Amazon
(*) Incluso si estuviera totalmente v4cvn4do, admiraría a los no v4cvn4dos por enfrentarse a la mayor presión que he visto nunca, incluso por parte de cónyuges, padres, hijos, amigos, colegas y médicos.
Las personas que han sido capaces de tener tal carácter, valor y pensamiento crítico son, sin duda, lo mejor de la humanidad. Se encuentran en todas partes, en todas las edades, niveles educativos, países y opiniones. Son de una clase especial; son los soldados que todo ejército de la luz desea tener en sus filas. Son los padres que todo niño desea tener y los hijos que todo padre sueña tener.
Son seres por encima de la media de sus sociedades, son la esencia de los pueblos que han construido todas las culturas y conquistado todos los horizontes. Están ahí contigo, parecen normales, pero son superhéroes.
Hicieron lo que otros no pudieron, fueron el árbol que resistió el huracán de los insultos, la discriminación y la exclusión social. Y lo hicieron porque pensaron que estaban solos, y creyeron que estaban solos.
Excluidos de las mesas navideñas de sus familias, nunca han visto nada tan cruel. Perdieron sus trabajos, dejaron que sus carreras se fueran al garete, no tenían dinero... pero no les importó. Sufrieron incontables discriminaciones, denuncias, traiciones y humillaciones... pero siguieron adelante.
Nunca antes en la humanidad ha habido tal "reparto", ahora sabemos quiénes son los resistentes en el planeta Tierra. Mujeres, hombres, viejos, jóvenes, ricos, pobres, de todas las razas y religiones, los no inoculados, los elegidos del arca invisible, los únicos que lograron resistir cuando todo se derrumbó.
Ustedes son los que han superado una prueba inimaginable que muchos de los más duros marines, comandos, boinas verdes, astronautas y genios no pudieron superar.
Estás hecho de la materia de los más grandes que han existido, de esos héroes nacidos entre hombres ordinarios que brillan en la oscuridad.
(*) Fernando López- Mirones

GENOCIDIO PLANIFICADO:
"Si hacemos un buen trabajo con las V4CUN4S podremos reducir entre un 10 y un 15% la población mundial"
(Bill Gates dixit durante una conferencia en 2015)

LAS CONSECUENCIAS de haberse inyectado ARNmensajero sintético experimental con un montón de aditivos tóxicos:
+>https://diario16.com/aumento-de-mortalidad-inexplicable/