Hoy me he levantado con el pie contrario:
demasiada sangre en el telediario,
una sola carta tengo en el buzón,
la remite mi banco, ME DICE QUE NO;
mi mujer se ha largado con un abogado
que le paga los vicios,
"¡QUE TE GANA LOS JUICIOS¡¡".
Y tú, ¿de qué vas? ¿a quién le llamas viejo?,
le digo al capullo de detrás del espejo;
yo soy un tipo duro con voluntad de hierro
que sale a la calle provocando al futuro.
Y piso en la acera una cagada de perro,
y llego al trabajo pelín tarde y, el baranda,
con una patada en el culo me manda al carajo.
Y dice el coro: "M'ALEGRO, P'ALANTE
¡¡LA COLA DEL PARO NO ES PARA CANTANTES¡¡".
Así que me dirijo a la consulta del foniatra
que me dice que nunca seré Frank Sinatra.
Y salgo vencido otra vez a la noche
y la puta grúa se ha llevado mi coche;
para celebrarlo me pido otra copa
y una coleguita vomita en mi ropa;
y llueve, y un taxi que parece un barco
me arrolla y me deja sentado en un charco.
Y a trancas y barrancas llego hasta el casino
a tentar al destino en forma de ruleta,
y el destino me lo paga dejándome en bragas
apestando a vino y con catorce pesetas.
Y viendo que el planeta me tiene en jaque mate
decido montármelo solito en el váter
y, mientras me alivio de aquella manera,
me cojo tremendo pellizco en un huevo
con el cierre nuevo de la cremallera,
y noto de pronto unas molestas cosquillas
desde la bragueta hasta la coronilla:
°y descubro que tengo ladillas!
y me rasco, y me afeito, y me corto
-solo me faltaba ya tener un aborto.
Coro de pringados: "ESTO ES DEMASIADO,
¡¡NO SOLO CORNUDO SINO APALEADO¡¡".
Y cuando decido terminar con esta mierda
a puntito de ahorcarme, "me se" rompe la cuerda
y, en lugar de alegrarme, me quedo con las ganas
de viajar al infierno por aquella ventana;
y dicen los del coro: "TODO UN CABALLERO
¡¡NO SALTA AL VACIO DESDE UN PISO PRIMERO¡¡"
Y a patita desemboco en la plaza de Santa Ana
para hacer barra fija en otra discoteca
infestada de guiris, bolingas, taquimecas,
y se arrima a mi vera una petarda faltona
diciendo que es amiga de Panchito Varona:
"Tienes pinta de buena persona
en busca de un poco de rollito canalla
¿VERDAD QUE ME VAS A INVITAR A UNA RAYA?"
"Ojalá tuviera, preciosa, te juro
por la gloria de mi madre que vengo sin un duro".
"Pero anima esa carita tan seria
que estás en tu noche de suerte, chaval".
Y, en mitad de un histérico ataque de histeria
aterrizo en la pista sin poder escapar
del olor de los cuerpos
-SUDANDO, SUDANDO-
del calor de las luces
-GIRANDO, GIRANDO-
de mis piernas temblando,
de mi boca gritando: "Eso no,
eso no, por favor, ten piedad,
"no comprendes que yo no sopor...,
no sopor...,
no soporto el rap,
no soporto el rap,
no sopor...,
no sopor...,
no soporto el rap?"
Autor: Joaquín Sabina
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3 comentarios:
No conocía esta canción de Sabina.
Tampoco me gusta el rap
Saludos runaway
Yo tampoco la conocía. Hay que ver lo que unen las desgracias, y este Sabina se monta genial para hacernos sonreír a costa de ellas. Me ha gustado, fíjate que cosas. Un abrazo.
A mí tampoco me entusiasma pero tengo un hijo de quince años loco por el rap, el hip-hop y demás estilos callejeros. Así que estoy aprendiendo a convivir.
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